Agradezco a mi Padre Celestial por haberme abierto los ojos a tiempo; también le doy gracias al P. Flaviano Amatulli,
por haber creado este movimiento y me gustaría que todas sepan que la verdad está en la Iglesia Católica, que la
valoren y no sean engañadas por falsas Iglesias. Como dice en la Biblia: "Los poderes del infierno no prevalecerán
sobre ella" (Mateo 16,18b)
Mi nombre es Yasmín Oré Ramírez, soy de Lima Perú, tengo 23 años y soy graduada en Leyes. Nací en el seno de
una familia católica y cumplí con tres de los sacramentos importantes dentro de esta Iglesia como son: el Bautismo, la
Primera Comunión y la Confirmación. Conocí a los mormones Sin embargo hace un poco más de dos años pasé por
fuertes momentos de búsqueda espiritual y empecé a frecuentar amistades de la secta mormona, llamada también
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es así que terminaron convenciéndome y me convertí a su fe a los
dos meses de investigarla y conocerla. Mi familia nunca llegó a convertirse y yo tuve que seguir sola y perseverante.
Durante el tiempo que estuve en esta secta fui una miembro muy activa y obediente con todos los principios y reglas
que ella me imponía. Pensé que había encontrado el verdadero Evangelio Realmente pensé que había encontrado el
Evangelio verdadero pues las dudas que tenia sobre su doctrina las alejaba con los valores cristianos que se me
mostraban. Es así que al año y medio de pertenecer a ella me nació el deseo de salir a una misión y fue destinada a
servir al país del Ecuador, un lugar donde nunca me imaginé que descubriría muchas contradicciones y secretos
anticristianos de la Doctrina Mormona. Ni tampoco que en el lapso de esos dos meses regresarían a mí los recuerdos
de muchos años de vida católica, ya que puedo decir con certeza que sentí la presencia de la Virgen María por el influjo
del Espíritu Santo que no me dejaron concentrarme por completo en la labor de traer más adeptos a la secta. Y como
este sentimiento y la razón fueron más fuertes que la manipulación sicológica (yo le llamo lavado de cerebro) que sus
líderes realizaban constantemente sobre mi persona, decidí armarme de valor y dejar no solo la misión sino también todo
lo relacionado a la secta (amistades, actividades sociales, etc.). Regresé a la única Iglesia de Cristo Estando en
Perú regresé a la única y verdadera iglesia "La Católica", asistiendo nuevamente a la misa y es por medio de un
boletín informativo que me puse en contacto con el grupo Apóstoles de la Palabra, para que me ayudaran a fortalecer mi
fe, a olvidar todas las falsas doctrinas que se me habían enseñado y aclarar algunas dudas. Ahora han pasado cinco
meses desde que dejé el mormonismo y soy una fiel miembro católica, participo en ella como Catequista y otra vez mi
familia y yo compartimos las mismas creencias, lo cual nos tiene más unidos que nunca. Agradecimientos Agradezco
a mi Padre Celestial por haberme abierto los ojos a tiempo; también le doy gracias al P. Flaviano Amatulli, por haber
creado este movimiento ya que a través de las lecciones que me impartieron la Hermana Amalia y las demás
misioneras recuperé mi seguridad espiritual, aprendí a leer y amar la Biblia y actualmente también les apoyo
propagando el movimiento en las personas que conozco pues me gustaría que todas sepan que la verdad está en la
Iglesia Católica, que la valoren y no sean engañadas por falsas Iglesias. Como dice en la Biblia: "Los poderes del
infierno no prevalecerán sobre ella" (Mateo 16,18b). ¡Los amo mucho, Apóstoles de la Palabra!
por haber creado este movimiento y me gustaría que todas sepan que la verdad está en la Iglesia Católica, que la
valoren y no sean engañadas por falsas Iglesias. Como dice en la Biblia: "Los poderes del infierno no prevalecerán
sobre ella" (Mateo 16,18b)
Mi nombre es Yasmín Oré Ramírez, soy de Lima Perú, tengo 23 años y soy graduada en Leyes. Nací en el seno de
una familia católica y cumplí con tres de los sacramentos importantes dentro de esta Iglesia como son: el Bautismo, la
Primera Comunión y la Confirmación. Conocí a los mormones Sin embargo hace un poco más de dos años pasé por
fuertes momentos de búsqueda espiritual y empecé a frecuentar amistades de la secta mormona, llamada también
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es así que terminaron convenciéndome y me convertí a su fe a los
dos meses de investigarla y conocerla. Mi familia nunca llegó a convertirse y yo tuve que seguir sola y perseverante.
Durante el tiempo que estuve en esta secta fui una miembro muy activa y obediente con todos los principios y reglas
que ella me imponía. Pensé que había encontrado el verdadero Evangelio Realmente pensé que había encontrado el
Evangelio verdadero pues las dudas que tenia sobre su doctrina las alejaba con los valores cristianos que se me
mostraban. Es así que al año y medio de pertenecer a ella me nació el deseo de salir a una misión y fue destinada a
servir al país del Ecuador, un lugar donde nunca me imaginé que descubriría muchas contradicciones y secretos
anticristianos de la Doctrina Mormona. Ni tampoco que en el lapso de esos dos meses regresarían a mí los recuerdos
de muchos años de vida católica, ya que puedo decir con certeza que sentí la presencia de la Virgen María por el influjo
del Espíritu Santo que no me dejaron concentrarme por completo en la labor de traer más adeptos a la secta. Y como
este sentimiento y la razón fueron más fuertes que la manipulación sicológica (yo le llamo lavado de cerebro) que sus
líderes realizaban constantemente sobre mi persona, decidí armarme de valor y dejar no solo la misión sino también todo
lo relacionado a la secta (amistades, actividades sociales, etc.). Regresé a la única Iglesia de Cristo Estando en
Perú regresé a la única y verdadera iglesia "La Católica", asistiendo nuevamente a la misa y es por medio de un
boletín informativo que me puse en contacto con el grupo Apóstoles de la Palabra, para que me ayudaran a fortalecer mi
fe, a olvidar todas las falsas doctrinas que se me habían enseñado y aclarar algunas dudas. Ahora han pasado cinco
meses desde que dejé el mormonismo y soy una fiel miembro católica, participo en ella como Catequista y otra vez mi
familia y yo compartimos las mismas creencias, lo cual nos tiene más unidos que nunca. Agradecimientos Agradezco
a mi Padre Celestial por haberme abierto los ojos a tiempo; también le doy gracias al P. Flaviano Amatulli, por haber
creado este movimiento ya que a través de las lecciones que me impartieron la Hermana Amalia y las demás
misioneras recuperé mi seguridad espiritual, aprendí a leer y amar la Biblia y actualmente también les apoyo
propagando el movimiento en las personas que conozco pues me gustaría que todas sepan que la verdad está en la
Iglesia Católica, que la valoren y no sean engañadas por falsas Iglesias. Como dice en la Biblia: "Los poderes del
infierno no prevalecerán sobre ella" (Mateo 16,18b). ¡Los amo mucho, Apóstoles de la Palabra!
1 comentarios:
yo se con todo mi corazon q la iglesia es verdadera, solo el puede juzgarnos y lo hara segun el deseo y las intenciones de nuestro corazon, estoy muy feliz de pertenecer a su iglesia verdadera.
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