sábado, 5 de septiembre de 2009

Señal de la Cruz y el Viernes Santo



Muchas personas preguntan a los católicos sobre el sentido de la señal de la Cruz,
especialmente en el Viernes Santo, en el que los católicos adoramos el Misterio de la Cruz, es decir a Jesús muerto en la Cruz por nosotros.
¿Cuál es el sentido de la SEÑAL DE LA CRUZ?
Al hacer la señal de la cruz, los católicos:
Consagramos a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo (Mt 28, 18-19), toda nuestra vida, nuestro trabajo, estudio, descanso y oración. Jamás profesamos, mediante este gesto, la fe en un Jesús muerto, como imaginan erróneamente algunos hermanos separados, que dicen que ellos creen en un Dios vivo, mientras que los católicos creen en un Dios muerto.
Además, recordamos positivamente la expresión máxima del amor infinito del Padre (Jn 3, 16) y de Cristo, entregado por nosotros, desterrando cualquier idea falsa de un Cristo muerto y derrotado, a los ojos de los paganos.
Pedimos igualmente que Dios nos libre de todos los malos pensamientos, de las malas palabras y de los malos deseos. Y que, por la palabra de su Evangelio, nos abra la mente, los labios y el corazón a las buenas acciones.
La Adoración de la Cruz en el Viernes Santo
La adoración de la cruz en el Viernes Santo significa que, por el símbolo de la cruz, estamos glorificando a Cristo, el Hijo de Dios vivo que, por nosotros y por nuestra salvación, murió en la cruz, pero que ahora vive para siempre.
Los católicos NO adoramos la imagen de la cruz, pero tampoco la rompemos o la despreciamos. Por medio de ella recordamos y celebramos a Aquél que murió por nosotros en una cruz.
El beso que damos a la cruz nos recuerda más profundamente lo que Cristo, llenó de amor, sufrió por cada uno de nosotros, a causa de nuestros pecados, y cuánto debemos estarle agradecidos.
Por lo tanto, cuando los católicos contemplamos la cruz, expuesta en las iglesias, en las escuelas, en lugares públicos y en nuestras casas particulares, siempre vemos en ella lo que Dios nos amó y lo que nos ama:

Dice san Juan:
«En esto hemos conocido lo que es el amor: en que Él dio su vida por nosotros» (1Jn 3, 16).

Y san Pablo añade:
«En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo!» (Gál 6, 14).

1 comentarios:

Anónimo dijo...

k el padre jose luis gonzalez gonzalez fue una buena persona para nosotros era muy lindo con nosotros daba la misa muy bien y lo queremos mucho donde quiera que este

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